domingo, 9 de agosto de 2015

Mamá



Desde que soy madre hay cosas que no hago, y creo que son tantas que no podría enumerarlas claro que, el espacio que dejan las no hechas es ocupado por cosas que hago porque ser mamá es mucho más que un título, es un trabajo a tiempo completo. Eso lo sabemos todas las mamas, no digo aquí nada nuevo. Lo que pienso al nombrar esto es que también dejamos un poco de lado lo que es ser nosotras, bueno al menos en mi caso y en el de muchas madres que conozco. 
Surge una alarma que se activa para avisarte  que debes tener la agenda  programada para pasar tiempo de calidad contigo, es hasta una obligación. Cuando  antes surgía naturalmente hoy es un reclamo. Cosas tan sencillas como: ir a la peluquería, ir al teatro, a bailar, a cenar.  Seguir la cartelera cinematográfica independiente, tener un calendario para conocer sitios de moda, leer libros con mucha frecuencia. Preocuparte por actualizar constantemente tu guardarropa, etc. No te das cuenta cuando muchas de esas cosas ya no están en primer plano y de repente ni recuerdas cuando lo estuvieron. Suena a cuentos de fábula, “Hace muchos, muchos  años atrás había…”.
Con el tiempo surge la nueva tu (que no tienes idea de cuándo va a aparecer) logra negociar y  poner todo en su sitio.  Toma lo viejo, lo nuevo y hace un remix. Entonces entras en el mundo de las posibilidades, porque esa personita que llega a tu vida te trae mil cosas que compartir. Te gusta que tu vida cambie para siempre porque ese ser, pequeñito, que tiene sus ojos y tú mirada siempre va a estar allí, en tu corazón y siempre te hablara de novedades, de aventuras y de amor. 
Ser mamá definitivamente es algo que te cambia tanto las prioridades como el alma. 

Yo amo ser mamá de mi hijo. 






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